jueves, 28 de febrero de 2008

gracias marian, hermosa princesa, loba despertando!! estamos renaciendo de las cenizas, creandonos de nuevo, más enteras.
gracias por compartir este momento en el cual estamos sanando tanto y de a poco creando la mejor version de cada una!
gracias amiga!

Lobas aqui este aporte de marian, al grupo. este texto ha sido encontrado entre sus cosas, entre revolvimiento, limpieza... y esta moviendo mucho por aqui!
otra historia más, un mito en este caso, con multiples elementos..
otro llamado más a La Que Sabe!

se recomienda leer varias veces y en varios momentos, en cada lectura se promete un nuevo y diferente despertar!


El mito de Psiquis y Eros. Amar y permanecer.

El amor y el alma, Psiquis y Eros, se miran. Es un alma ya madura que puede sentirse nutrida por el amor. Es un amor que ha dejado de lado la negatividad, el capricho infantil; se permite mirar de frente, ofrecerse. Es un amor con alma, y es un alma amorosa.
El amor es Unión. Una unión que nos liga en un sentido positivo, y que nos hace libres.
Es una apertura: me animo a irme abriendo cada vez más a los vínculos. Ese amor que nos vincula en la apertura, en la libertad nos va curando.
Es antes que nada unión consigo mismo.
Se trata de acercarse al corazón. Allí comienza la alegría. Y en esa alegría se inicia la curación.
La risa es curativa, la catarsis despeja…son buenos recursos. Pero una cosa son recursos y otra es encontrar el camino.
Hoy buscamos experimentar a fondo. Simplemente Soy. Ahí se produce una relajación. Un sentimiento de fusión. De entendimiento. Compasión. Te reconoces. Eso es amor.

En este mito, la protagonista parte desde la niñez, y sus cambios son el resultado de mostrar su deseo genuino de vincularse más allá de sus temores y vergüenzas.

El relato

Psiquis es una niña que nace en la casa de un rey y una reina. Mortales. Es la hija más chica de tres hermanas. Es tan bonita, tan bonita como Afrodita, que es una diosa. Y eso no podía ser.
Que una mortal le hiciera sombra a una diosa.
Afrodita estaba furiosa. El tiempo pasaba y la niña se ponía cada vez más bella. El padre de Psiquis consulta un oráculo, y Afrodita le dice que va a tener que sacrificarla para evitar que desgracias horribles caigan sobre su reino. Entonces la llevan a la cima de una montaña para que se case con la muerte. Hacen una procesión de bodas, dejan a la muchacha en la cima de la montaña, y se retiran.




Afrodita manda a su hijo Eros a matarla. Es el dios del amor, un dios alado que tiene flechas que matan de muerte y que matan de amor.
Cuando va a matarla lave tan hermosa que queda confundido, y sin querer se pincha con una de sus flechas. Se enamora completamente de Psiquis. Ella esta con los ojos tapados, no lo ve.
Él sobrevuela alrededor de ella fascinado. Y le pide a sus amigos, los vientos del oeste, que la lleven al jardín del paraíso para hacerla su esposa.

Psiquis, que estaba esperando casarse con la muerte, se encuentra viva en un palacio increíble, lleno de flores, comidas exquisitas, perfumes, cristales, prendas bellísimas…Se quedan allí. Y todas las noches Eros va a visitarla para hacerla su esposa. Permanecen allí con una sola condición: que Psiquis nunca lo vea. Porque estaba prohibido el casamiento entre un mortal y un ser divino.

Un día las hermanas de Psiquis vuelven a la montaña a buscar el cuerpo ya sin vida de su hermana, y no lo encuentran. No comprenden que ha pasado y empiezan a llamarla, gritando su nombre por la cima, y por el valle y por otras colinas.
Desde el paraíso ella escucha que sus hermanas están preocupadas y claman por ella. Todas las noches le pide a su esposo que le permita darles una señal de que esta con vida.
Finalmente Psiquis lo convence. Él acepta que ella vaya una sola vez, para que la vean con vida.
Psiquis se encuentra con las hermanas. Y les cuenta que esta casada y feliz, pero no sabe con quien, porque nunca lo ha visto, porque él no quiere que lo vea.
Las hermanas le llenan la cabeza: sos una tonta, seguro que estas casada con un monstruo, que te tiene atrapada, no te va a dar libertad, vas a ser una esclava…Y le aconsejan: cuando legue la noche toma una lámpara y un cuchillo, y acércate a él mientras duerme. Si al iluminarlo ves que es un monstruo, ahí…lo matas.
Efectivamente, a la noche Psiquis enciende una lámpara cuando Eros se queda dormido, lo alumbra y ve no solo que él no es un monstruo, sino que es la encarnación misma del amor en un dios hermoso. Entonces le tiembla la mano de emoción y una gota de aceite cae sobre él y lo despierta. Eros ve que Psiquis lo esta mirando, que lo traicionó, y ofendido se marcha, volando.




Ella lo corre, se toma de él, pero él la rechaza y ella cae…fuera del paraíso. Así empieza vagar, desesperada, llamándolo. Y todos los oráculos, de todos los dioses escuchan que Psiquis llama.
Cuando pasan están cosas, los dioses le dan pruebas a los mortales para que, en el esfuerzo por realizarlas, aclaren su intención. Si las cumplen quiere decir que lo que están intentando es verdadero. Pero ningún dios se anima a darle pruebas a Psiquis por temor a que Afrodita se enfade. Entonces entre todos la convencen a Afrodita de que sea ella quien las imponga.
Las cuatro pruebas que le da Afrodita son durísimas:

*Seleccionar y ordenar millones de semillas

*Traer un mechón de oro del carnero, el famoso vellocino de oro

*Traer una copa de agua pura y cristalina de un rió subterráneo custodiado por terribles monstruos

*Traer un poco de crema del pote de belleza de Persèfone, que tiene el secreto de la eterna juventud

Y en todas las pruebas, Psiquis, aprende a confiar. Porque siempre hay aliados en el camino que la ayudan. Ella no lo hace sola. Psiquis, el alma, no puede hacerlo sola, es muy vulnerable…necesita esos aliados que siempre aparecen cuando nos sostenemos en un camino, concentrando toda nuestra energía, dispuestos a hacer nuestro propio proceso.

Estamos muy condicionados a estar duros, fríos. No queremos saber nada de estar con otros en una gran olla y ser probados y comidos por la vida. Ablandarnos. Abrirnos a la vivencia. El amor es poder compartir eso, no tener tanto miedo.
Estamos muy condicionados al no. No nos abrimos a las nuevas pruebas de la vida. Y eso os hace estar anclados en la cabeza, en los pensamientos. Muy distantes. No estamos contentos, estamos tensos…el amor produce entonces el efecto contrario.
La cura por el amor es una cura sagrada. Sagrado viene de sacrificio. Lo que sacrificamos son las ideas del pasado, las creencias, cerrazones, caprichos del pasado…Eso es lo que sacrifica Eros. Sacrifica su capricho, como las cosas no se hicieron como


como él quería se retira ofendido. Y no sigue desarrollando su vínculo con Psiquis.
Al final del proceso se vuelven a reunir, y los dos maduran, cambian y se miran…Eros la fue viendo a Psiquis a lo largo del derrotero de sus cuatro pruebas, intenso es todo lo que pasa…

Esas pruebas tan duras, son una oportunidad de hacer, de crecer, de aprender, de confiar y encontrar aliados. Psiquis se abre, se transforma, va sacrificando su temor, su falta de confianza en si misma, su infantilidad. Va estableciendo relaciones con sus aliados, avanzando en la vida, sosteniendo y soportando. Crece.
Psiquis, el alma, se va divinizando. Eros, el amor, se va humanizando. Ambos sacrifican algo.
La cura es por ese camino. El camino del sacrificio y la permanencia. No es hacerte cada vez más duro, sino cada vez más tierno.

La meditación tiene un tiempo de sentir: Yo soy. Luego de un tiempo de Yo soy, se propone sentir a tus aliados, aquellos de quienes venís, aquellos que te apoyaron en el camino, todos los que te estimularon y amaron…todos los que te ayudaron a estar sostenido en esta realidad.
Después volves a sentirte vos mismo, y ahí te das cuenta del nutrimento que ha sido tu relación con los otros, volvès mas lleno, completo, mas relajado…esto quiere decir que el amor es interdependencia. Si vamos desarrollando el proceso de comprender que somos redes de interdependencia conformando un cuerpo colectivo…eso nos cura.
La interdependencia es amor, un amorque no es caliente, sino calido, de una profunda y entera amistad, un amor relajado, amable, donde la persona se instala en un estado de amabilidad…esto no quiere decir que no haya momentos de firmeza, de decir no. Amable y poderoso. Es un amor que se alcanza a través de un largo proceso de trabajo personal.

Psiquis pasó de sentirse protegida en brazos de sus padres, durmiendo en toda su inocencia, a entregarse a su propia trayectoria.
Despertar y madurar. Ella dice: estas historias antiguas ya no las puedo seguir usando…y va por lo nuevo temblando y llorando, hasta deseando morir por momentos, pero sigue.


En la cuarta prueba, Psiquis se sube a la torre para arrojarse desde allí, desesperada. Porque tiene que bajar al submundo de Persèfone, por un camino donde no hay caminos…y traer una palma de crema del pote de belleza. Persèfone tiene en su pote de crema el secreto de la eterna juventud: permanecer en el presente; no estar preocupado por lo que pasó ni lo que va a pasar, por el nacimiento y por la muerte, sino estar en eterno presente…
Pero la torre desde la cual se quiere lanzar, es la que se convierte en su aliada, y le da consejos: llevar dos monedas, dos panes; después un hombre le pide auxilio…no te interrumpas cuando estas en un proceso…también se aparecen las tejedoras del destino…nada, firme en lo tuyo…otra esta tejiendo una trenza mitad blanca y mitad negra, de ambigüedades y ambivalencias…nada, tú sigues…Y aparece el perro de dos cabezas: el guardián, el conservero, entonces le tiras un pan para que las dos cabezas se peleen…Al llegar habrá mil manjares, pero vos solo tenes que tomar un poco de agua y unos granos de arroz que te den fuerza suficiente para el regreso…Persèfone te da el pote de su crema de belleza y te volvès…, ignorando al demonio de la ambigüedad, a las tejedoras del destino, otra vez le tiràs el pan al perro, le das tu ultima moneda al botero Caron para que te cruce al otro lado…

Y se olvida que la torre le dijo que por ningún motivo abra el pote de crema. Y se siente tan cansada y fea, y ya cumplió todas las pruebas…que puede pasar si se pone un poco de crema de la eterna juventud para verse bella ante Eros…
Entonces al abrir el pote se libera una inmensa nada que crece, y la envuelve en un sueño de muerte. Pero Eros, que ha estado mirándola desde un principio y ha reunido suficiente compasión por sus esfuerzos, se acerca y la pincha con su flecha de amor para curarla. Psiquis lo ve, y el ve que ella lo mira y se deja ver. Ambos se encuentran en esa mirada, de un amor maduro, un amor que ha crecido, que ha permanecido y soportado todas las pruebas. Ese es el amor de la alegrìa.

Texto extraido de un articulo de la Revista Kinè nº 70 Diciembre ’05-Abril ’06.
Síntesis y selección: Mariana C.

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