Esa energía se extiende hasta el próximo plenilunio, en esta ocasión hasta el 21 de marzo que es el Plenilunio de Aries.
Entonces, durante un mes tenemos la oportunidad de trabajar el DESAPEGO a nivel físico, mental y emocional.
Desapego implica soltar, dejar ir, entregar, estar abiertos a lo nuevo, lo inesperado, la sorpresa.
Desapego implica despertar la sabiduría interior para poder activar sus cualidades: objetividad, claridad, discernimiento.
La imagen es la del pez pequeño, que representa la persona - la personalidad que tenemos que dejar ir y permitir que sea "devorado" por el pez grande que representa nuestra esencia, alma, conciencia superior o principios divinos.
1er. Rayo la Voluntad o el Voluntarioso (el poder o la voluntad interior para hacer los cambios)
2do. Rayo el Sabio o la Sabiduría (la sabiduría interior para poder discernir claramente lo que tenemos que dejar ir)
3er. Rayo el Constructor (elegir una actitud constructiva de la vida desde esta nueva realidad que somos)
6to. Rayo el Devocional (el amor y la entrega a la profundidad de los sentimientos)
Estemos atentos.
El desapego me hace más consciente de mí mismo.
El desapego trae pérdidas y ganancias
El desapego me hace más humilde
El salto de conciencia lo vivenciamos cada vez que nos dejamos guiar por el adentro, seguimos nuestras intuiciones, escuchamosnuestro corazón, la sabiduría innata, el maestro interno. Cada vez que triunfa el alma sobre la materia, el crecimiento espiritual sobre el progreso material.
El desapego posibilita hacer el ascenso, escuchar nuestra alma, y, en el movimiento espiralado ascendente, facilita subir en los niveles de conciencia.
Soltar expectativas sobre uno mismo implica bucear aquellas expectativas que tenemos guardadas de forma no consciente y que se grabaron en la primera infancia. Aquellas expectativas que nuestros padres proyectaron en nosotros y que aún hoy seguimos cumpliendo; aquellas expectativas que recibimos por sangre, por ancestros, por linaje, por posición social, por roles, papeles, por lugar de nacimiento...
Aquellas expectativas siguen operando aún hoy fuertemente y las vemos reflejadas en las creencias muy arraigadas en nosotros; en lo que creemos que es inamovible, que nunca se va a poder cambiar, que es así.
Es ahí, en la primera infancia, donde tenemos que sumergirnos y Ver que es lo que aún nos tiene paralizados, rígidos, fijos en un lugar o posición, que mandato sigue operando en automático para que nuestra mente siga pasando por el mismo surco, para que nuestras emociones se repitan una y otra vez.
Cambiar implica que algo que estaba ya no está y, algo nuevo va a llegar que aún no llegó. El universo no resiste el vacío. Las Leyes siempre están operando. La Ley de la Atracción, Magnetismo; la Ley de la Sincronicidad o Coincidencia Significativa o Ley del Karma... Perder aquello que se corresponde con la personalidad más arraigada, con el caparazón externo, con la apariencia, con el afuera, con los mandatos y creencias, para permitir ganar en profundidad, en hondura, en certezas, en vocación, en hacer lo que tengo que hacer en esta encarnación, más adentro, más alma.
Todo se traduce en acciones, karma. Estemos atentos y vigilantes, la culpa y el miedo son díficiles de saltar.La culpa por lo que vamos a dejar, por las pérdidas, el miedo por lo nuevo que aún no llego, las ganancias, es inevitable. Podemos verlo, controlarlo, observarlo, manejarlo y, ambos están presentes. La culpa y el miedo. Las culpas y los miedos. Y hay humildad.Las pérdidas nos hacen más humildes. Perdemos apegos, terreno, estructura, futuro, sentido de nuestra propia vida, control y seres queridos. La última gran pérdida y ganancia es nuestra muerte física.
El desapego me hace más consciente de mí mismo.
El desapego trae pérdidas y ganancias
El desapego me hace más humilde
Pauchi Mer
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